El número de participantes fue menor al habitual debido al mal tiempo. El velero ganador y otro participante sufrieron daños materiales.
El fuerte viento fue el protagonista el pasado sábado de la X Regata de l’Estany, la primera del calendario náutico de Cullera. El Barbablu, de Carlos Pavía, fue el velero ganador de la primera regata de la liga local organizada por el Club Náutico de Cullera y ello pese a que sufrió daños materiales.
En segundo lugar quedó el Tourane, de Francisco Bou y el tercer puesto fue para el Tortooga, de Francesc Torres. El campo de regatas estaba situado frente a la laguna de l’Estany.
En la competición solo participaron barcos locales y en menor número de lo habitual debido al mal tiempo. El fuerte viento, que sopló con una media de 25 nudos, provocó incluso que se rompiera la vela mayor del Barbablu y el velero tuviese que seguir la regata tan solo con el génova, la vela situada en la proa. De hecho, el Barbablu tenía que realizar tres recorridos en forma de triángulo por el campo de regatas al pertenecer a la la clase regata, pero decidieron hacer solo dos triángulos debido al mal tiempo, lo que les permitió entrar en la clasificación general.
Pavía explicó que “fue una regata muy difícil” debido al mal tiempo y, “como no queríamos seguir maltratando” la embarcación, decidieron no realizar la tercera vuelta, indicó.
Mientras que, el Slainte, de los hermanos Alejandro y Marcos Grau, perteneciente a la clase regata, no pudo ni siquiera completar las dos primeras vueltas y tuvo que retirarse de la competición al romperse el ollao, un orificio situado en la vela mayor.
Por otro lado, cabe destacar que La Salda, una embarcación de tamaño muy pequeño (unos 6 metros de eslora), sí que logró completar la regata.